Artículo de corte académico que se enmarca teóricamente “en el espacio abierto por la hermenéutica de Heidegger: la consideración del arte y la narrativa como un modo del comprender; la posibilidad de ampliar la experiencia de la verdad -antaño reservada celosamente a la ciencia- a la esfera del arte”.
El texto destaca a Violeta Parra como una artista en constante transformación y apertura; diferencia así “al menos dos etapas en su quehacer (la primera, como recopiladora de folklore y la segunda, como creadora con raíz folklórica), así también su comprensión de sí misma, del arte, de la vida, de la muerte, de lo religioso se van transformando a través del tiempo, incorporando nuevas perspectivas”. Finalmente el autor plantea como tarea de la sociedad de hoy, chilena y latinoamericana, considerando la obra de Violeta Parra, de “reflexionar y dialogar en torno a la solidaridad” para situarla en el centro de nuestra historia común, como “un don nuestro a la humanidad y a las generaciones venideras”.