Violeta Parra y la Radio Chilena

Ricardo García, locutor radial, conoce a Violeta Parra el año 1954 en el momento en el que se acaba de formar la Radio Chilena dirigida por Raúl Aicardi que reúne a los comentaristas más importantes de Chile que están vinculados al mundo de la cultura. El director de Radio Chilena quiere renovarla, darle nuevos aires y dirigir programas radiales que se destaquen por su diversidad e interés. Se reúne con él y le propone hacerse cargo de una serie de programas de música folklórica. Ricardo García le explica que no sabe ni entiende la música folklórica chilena. Raúl Aicardi insiste y le pide que no se preocupe puesto que una persona llamada Violeta Parra cantará y le explicará el significado de cada canción. Ricardo García debe solo ocuparse de escribir los libretos y dirigir el programa. Violeta Parra no era muy conocida cuando aparece en la Radio Chilena. Es una persona sencilla con una mirada penetrante. En el primer programa comienza a cantar y tocar la guitarra al interior de la sala de control  todo el mundo se le acerca para escucharla atentamente. No cabe duda que su forma de cantar y tocar la guitarra es muy particular y sobre todo original.  El programa llamado “Así canta Violeta” busca ser muy cálido simple y de mucha conexión con el público. En cada programa se cuenta la historia de un canto campesino, a lo humano y a lo divino. Cada cual con su historia, su contexto social y una descripción muy detallada de los autores e intérpretes de estos cantos. Vale decir un campesino, una profesora o simplemente una persona cualquiera. Algunos programas se graban en el estudio y otros en la calle, en alguna población a los alrededores de Santiago o en el campo. Grabar en el exterior tiene sus problemas como los ruidos de fondo y mucha gente participando en el programa que se grababa grabadora en mano donde se insertan las canciones y el libreto. Eran muchas las cartas de felicitaciones para Violeta Parra y su equipo. Poco a poco Violeta se da a conocer, comienza a tener su público y se  sitúa en el lugar donde merece estar. Su nombre y su canto llegaron a un importante número de personas. Obtiene el Premio Caupolicán, otorgado a la mejor artista del año por la asociación de cronistas de espectáculos. Ricardo García cuenta que Violeta tiene un contacto muy especial con las personas puesto que consigue cosas imposibles como sacar a la gente de sus casas, conversar y hacer cantar a un campesino o a un niño. Los maneja muy bien y logra obtener de ellos lo que anda buscando, una música, un canto o simplemente una reflexión. Tiene un poder inmenso sobre las personas. Algunos programas se organizan y resuelven en la casa de Violeta que era muy modesta con piso de tierra en la comuna de la Reina. Violeta y Ricardo García son los productores y libretistas de estos programas que tuvieron un éxito rotundo y un record de sintonía.