Esta es la historia de Lito, un niño cualquiera, igual a millones de otros niños y niñas de este mundo, que recibe un día un gran poder: podrá transformarse en lo que desee.
Sencillamente, Lito invocó a “la voz del viento” y se transformó en pájaro, en caballo salvaje, en árbol o en un pez de las profundidades a través de canciones sobre la vida y que contó con la participación del público, compuesto por niños, niñas y adultos.
“La obra fue muy bonita. Este planeta necesita que tengamos más conciencia del lugar que habitamos y que lo cuidemos, que es responsabilidad de todas las niñas y los niños. Hemos bailado, disfrutado con esta función dinámica y muy divertida”, dijo Lidia, quien fue parte del público de la obra.
En esta misma línea, María Ahumada, quien asistió junto a su hijo, agradeció el panorama familiar que fue “muy didáctico y que deja muchas enseñanzas para que los más pequeños aprendan de manera entretenida”.
A continuación, les dejamos con algunas imágenes de la jornada:



